ONE YARD

—Hola Sweety, dime. 

—Dani, ¿adivina qué?

—¿Qué?

—Me han pedido que dirija un documental sobre la Superbowl.

—¡Felicidades Sweety! ¡Cuánto me alegro! 

—El documental va sobre la Superbowl más recordada del siglo en los Estados Unidos!

—¿Algún problema con el vestuario?...alguna cremallera laxa…? 

—No, nada de pezones fuera de lugar. Los Seattle Seahawks que eran los mejores en ese momento perdieron en la última yarda, ¡Fallaron pase final en el último minuto con todo a su favor! contra los Patriots. Imagínate, estaban creando una dinastía.

—¡¿Una dinastia?! ¿tipo monarquía? ¿en Estados Unidos?!!

—Dani, mañana te invito a comer a mi casa y te cuento con más detalle. 

— Vale, perfecto. Nos vemos en tu casa mañana. 

Día siguiente. 

—Dani, La NFL es quien organiza la competición. Mueven más dinero que la NBA y la MLB,  juntas. 

—¿La qué?

—La NBA

—Sí, hasta ahí llego. Michael Jordan, Magic Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Spud Weeb… 

—En Estados Unidos, el fútbol americano es más grande que el béisbol y el baloncesto, juntos.

—Por eso lo del anuncio en el intermedio y todo ese show, ahora entiendo mejor. Pero, ¿Más que la NBA cuando jugaba Jordan? 

—Sí, sí. Este documental  lo van a ver muchos millones de personas, muchísimos. 

—Es como aquí en Europa una final de la Champions, pero a lo  bestia muuuuy a lo bestia—Lorca entra en la habitación con su pelota de tenis amarilla en la boca, la deja caer al suelo y me mira con la cara más triste que un perro puede mirar a un ser humano.

—El personaje principal del documental sería como un Messi del fútbol americano, al que no le dieron la pelota y su equipo perdió a una yarda del touchdown. Su mote era Beast Mode.  

—No sabía que eras experta en fútbol americano.

—No, no lo soy. No tengo ni idea. 

—Jajaja, ¿Y vas a dirigir un documental que millones de personas van a mirar con lupa? ¡Tú sí que eres una bestia! 

—La verdad es que no va a ser fácil.    

—Bueno, pero sabes trabajar muy bien los conceptos y tienes muy buen gusto, vas a hacer algo súper potente, no me cabe ninguna duda ¿Tienes alguna idea ya? —Lorca ladra no sé si contagiada por mi entusiasmo o para que le lance la pelota. —¡Me muero de ganas por verlo!!

—¡Nos vamos a divertir mucho, Dani!

—¿Qué quieres decir, "nos"? 

—Tú y yo. ¿Cuándo estás disponible?

Lanzo la pelota y Lorca sale disparada tras ella por toda la sala para volver todavía más rápida con su presa en la boca. Me levanto de la silla para recoger del suelo su pequeña gran obsesión amarilla y con un elegante movimiento lanzo una parábola perfecta para que Lorca atrape la pelota en el aire. “¿Quién dijo que los perros no podían jugar a fútbol americano?” —Me digo para mis adentros.

—¡Dani! ¡No me digas que no tienes fechas libres!

De pie en medio del salón, me giro y veo mi reflejo en un gran espejo. Apenas reconozco mi cara. “¿Por qué esa expresión sombría?” me pregunto. Me siento de nuevo en el sofá, mirando más de cerca el espejo, tocando mi cara, tratando de encontrar la fuente de mi repentina melancolía.

—Oye, ¿me escuchaste?

—Lo siento, Sweety, estaba distraído.

—Dani, ¿tienes fechas libres?

—Nunca he visto un solo partido de ese deporte en mi vida.

—Lo sé.

—¿Por qué no trabajas con un montador que sepa de fútbol americano?

—Dani, quiero trabajar contigo.

—Lo más parecido al fútbol americano que conozco es cuando solíamos robar melones en el pueblo de mi madre y jugábamos al rugby. 

—Dani, vamos a abordarlo desde un ángulo completamente diferente.

—No tengo dudas de que vas a hacer algo extraordinario.

—Vamos a mostrar la pasión auténtica, todo el espectáculo alrededor de la NFL, las verdaderas historias de los jugadores. Va a ser un documental que trasciende el deporte y para eso necesito un montador que sepa contar historias. No me importa si no sabes lo que es un touchdown.

—¿Un qué?

—Escucha lo que encontré esta mañana.

Sweety pone una pista de hip-hop, la letra habla de Beast Mode.

—Lo imagino en blanco y negro. Dani, he visto las entrevistas grabadas por unos periodistas y creo que hay una historia interesante.

—La pista suena genial, me gusta. ¿Estás pensando en usarla como banda sonora?

—No estoy segura aún…

—¿Sabes cómo imagino el montaje? Acciones dobles en los cortes.

—¡Dani, nos vamos a divertir mucho con este proyecto!

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—¡Dani! ¿No me digas que no tienes fechas?!

—Tengo el horizonte despejado hasta noviembre.

—¿Podemos empezar el lunes?

De pie en medio del salón, me giro y veo mi cara reflejada en un gran espejo . Me cuesta reconocer mi semblante. “Por qué esa mirada sombría” —Me pregunto. 

—Dani, ¿Empezamos la semana que viene?

Me muevo despacio, como cuando llevas una bandeja llena de cristalería de Bohemia. —Sweety, creo que deberías hacerlo con otro editor.

—¿Qué?!

—No he visto ni un solo partido de ese deporte en toda mi vida.

—Lo sé.

—¿Por qué no trabajas con alguien que sepa de fútbol americano?

—Dani, quiero trabajar contigo.

—Lo más parecido al fútbol americano que conozco es cuando robabamos melones en el pueblo de mi madre y jugábamos al rugby. Siempre acabamos a hostias y enfadados, no me trae ningún buen recuerdo.

—Dani, lo vamos a hacer con una mirada totalmente diferente. 

—No tengo ni la más mínima duda de que vas a hacer algo extraordinario.

—Vamos a enseñar la pasión en bruto, todo el espectáculo alrededor de la NFL, las historias reales de los jugadores. Va a ser un documental que trascienda el deporte y para eso necesito un montador que sepa contar historias, me da igual que no sepas lo que es un touchdown.

—¿Un qué?

—Escucha lo que he encontrado esta mañana. —Sweety reproduce un tema de hip hop, la letra habla de Beast Mode—. Me lo imagino en Blanco y Negro. Dani, he visto las entrevistas que han rodado unos periodistas y creo que hay una historia interesante.  

—Suena muy bien el tema, me gusta. ¿Estás pensando usarlo como banda sonora?

—No sé todavía…

—¡¿Sabes como me imagino el montaje?! Doble acciones en los cortes.

—Dani, ¡lo vamos a pasar muy bien en este proyecto!